Sesiones de una psicóloga (II)

Hay veces que hasta un psicólogo se cansa de oir siempre lo mismo de la misma persona.
Era tarde, recostada en su silla y cansada de dar vueltas en círculos constantemente con su paciente le pregunta de manera divertida:
¿Sabes quién es Billy Wilder?

El paciente cortado en su lamentable speach la mira sin compreder:
Claro, es el director de cine que hizo levantar el vestido a Marilyn Monroe

La psicóloga sabiendo que ya lo tiene donde quiere, sonrie:
Pues iba un día el Señor Wilder caminando por Hollywood y se cruzó con Samuel Goldwyn, uno de los grandes productores de la época clásica del cine americano y dueño de la Metro-Goldwyn-Mayer.
Como eran amigos Goldwyn le preguntó a Wilder, 
Billy... ¿en que andas metido ahora?
Estoy escribiendo mi autobiografía.
Goldwyn le mira complacido y le pregunta, ¿y de que va?

La risa burlona del paciente interrumpe a la psicóloga.
Un poco tonto ese Goldwyn ¿no?
Mira que preguntar de que va una autobiografía...

Mirada a los ojos, de esas penetrantes de las personas que te hacen que caer en su trampa. Mirada de victoria:
Entonces tú me estas diciendo que Samuel Goldwyn, uno de los hombres más inteligentes y prácmaticos de la historia del cine, un empresario que levantó un imperio y elevó al cine a la cúspide con su visión empresarial es un tonto...

La risa se torna en reflexión.

¿De que se habla en una autobiografía?

Silencio esta vez

De la vida.
La vida de una persona está compuesta por dos grandes cosas principalmente. 
Yo.
Mis circunstancias.
Y existen dos tipos de personas, aquellas que se quedan únicamente en el Yo. Otras que no se detienen ahí y saben englobar el Yo con sus circunstancias.
¿Qué tipo de persona eres tú?

Al silencio se le une la duda.

La psicóloga sonrie triunfante puede que haya abierto un camino de salida al círculo. Entonces apostilla:
¿Sabes cómo se llama la autobiografía de Billy Wilder?
NADIE ES PERFECTO