Estocolmo es una cuidad de colores
Tranquila como el agua que la surca
Yo fui allí a escapar

Sin embargo, es imposible escapar de uno mismo...
... siempre te encuentras
Y acabé en una isla perdida, creo que se llamaba Grinda. Simplemente pensando en ti
Me alegro de poder disfrutar de nuevo de tus letras....y en este caso tb de las imagines que nos aportas...
ResponderEliminarLo malo o lo bueno es que jamas podemos huir de nosotros mismos, por eso es tan importante ser sinceros con nosotros y llegar al equilibrio...es la peor tortura convivir con nosotros si no estamos a gusto...
Lo demás....todo llega...
Un abrazo